En la región

¿Conoces algún NINI?

Actualmente hay 20 millones de NINIS en Latinoamérica.

Inconformismo con la sociedad, pesimismo y desinterés ante un proyecto de vida hacen que cada vez más jóvenes latinoamericanos Ni estudien, Ni trabajen, Ni sueñen. 

2016-02-12

NINI no es el nombre de una nueva cantante de moda o una aplicación para el teléfono móvil. Un término que para muchos sonaría inocente e incluso tierno tiene un significado, y un trasfondo, que dista mucho de esa percepción.

Los NINI son todos aquellos jóvenes que “Ni estudian, Ni trabajan” e incluso se ha llegado a agregar que son aquellos que “Ni tienen sueños, Ni esperanzas”; el término resultaría la “traducción” al español de “Neet”, acrónimo en inglés de la expresión ‘Not in employment, education or training’ (ni trabaja, ni estudia, ni recibe formación). Fue utilizado por primera vez por el gobierno británico y su uso se extendió a Japón, China y Corea del Sur.

La característica principal de un joven NINI es su desinterés y pesimismo ante su propio proyecto de vida. Suelen mostrar un gran inconformismo ante la dinámica social, laboral y cultural de su entorno, pero a diferencia de otras “generaciones” y grupos inconformes de jóvenes (como la generación del 68, los jóvenes de la primavera árabe e incluso el punk británico) no proponen ninguna alternativa intelectual o de acción frente a esas dinámicas e incluso parecen no estar muy interesados en que se produzcan cambios ni en la sociedad ni en sus propias vidas (otra vez aparece el NINI).

Son muchos factores los que generan el incremento de los NINIS en América Latina. Por un lado, son jóvenes que perciben una incongruencia entre lo que aprendieron en la escuela, lo que enseñan sus padres y las necesidades del mundo real. Para muchos resulta totalmente inútil un aprendizaje memorístico de hechos, ecuaciones y símbolos que jamás usarán en un “trabajo real” y muchas veces, hay que reconocerlo, al cuestionar esta enseñanza, no reciben argumentos sólidos que la avalen y sí son señalados como inconformes y renegados.

La desigualdad de oportunidades y la brecha económica que continúa existiendo en la Región, hace que los NINIS perciban como inútil una preparación formal y vean como vano el esfuerzo por obtener un título para resultar en un trabajo mediocre y rutinario, con bajas remuneraciones y escasa satisfacción personal.

Sin embargo, no solo hay factores externos que hacen que un joven pase a engrosar las filas de los NINIS, pues, desafortunadamente, la injusticia, inequidad social e incoherencia de la educación en los países de la Región, no son nuevas, y varias generaciones previas han estado también inconformes con ellas, pero no se transformaron en jóvenes desesperanzados y pasivos ante la situación del mundo que los rodeaba.

El exceso de protección familiar y un ambiente de falso confort hacen que muchos jóvenes crezcan con miedo de afrontar la realidad, con miedo a fracasar ante el mundo y prefieren la inacción y la “comodidad” que brinda un hogar; así que, paulatinamente, abandonan toda actividad que consideren retadora o difícil y se refugian cada vez más en el seno del hogar.

Una mención aparte merece un grupo especial de jóvenes NINIS que ven en el embarazo una solución a sus problemas. En la cultura latinoamericana, a las niñas se les inculca el sentido maternal y la necesidad de encontrar un hombre perfecto que sea el sostén del hogar, así que para ellas el embarazo juvenil, más que un obstáculo, resulta una salida a su situación; eso sí, es importante aclarar que no todos los embarazos juveniles corresponden a NINIS y que en muchos casos una nueva vida impulsa a los jóvenes para lograr metas cada vez más altas.

 

¿Qué hacer frente a este fenómeno?

Es claro que un ambiente familiar más estructurado, que no sobreproteja a los niños y que los prepare para los retos de la vida es fundamental. Ahora, desde la perspectiva de la educación es importante:

  • Entrenar a los jóvenes para el empleo formal, es decir, dejar de enseñar “temas” y enseñar competencias, dejar de memorizar y enseñar a pensar, dejar de repetir y enseñar a crear.
  • Apoyar e impulsar las actitudes emprendedoras. El empleo tradicional no debe ser la única opción de vida, el emprendimiento, la creación de empresa y la inversión son magníficas opciones para un gran segmento de la población.
  • Unificar la oferta y la demanda de empleos. Sacar de la cabeza de los jóvenes que la única opción válida para estudiar es medicina, derecho, administración, psicología o ingeniería.

 

 Referencia

Juan Ramón González Rubio - Director Académico – Kuepa.com